-¿A qué te refieres con que quieres ser jugadora? Nena, te romperás las uñas -Oh, discúlpame bonito. A mi esas cosas no me interesan, solo quiero jugar -Perdóname, pero no. -¿Por qué? No digas algo como... Porque eres mujer -Lo siento, bonita. Es exactamente por eso -Vete al diablo -Espera, podrías ser animadora... Yo dejaría que me animes todo el día -Lamentaras todo. Absolutamente todo -¿Es una amenaza? -Tómalo como quieras, solo recuérdalo. Lo lamentaras

"- ¿Por qué no te callas? - Mira Hello Kitty, cuando llegues a mi altura, me mandas callar. - ¿Tu altura? -reí- Por favor, me gusta la mía. - Sí. Las personas como tú llegáis a los mismos lugares sin agacharos que las altas poniéndose de rodillas. - Que te follen. - A eso me refería, más o menos."

[Segunda temporada de El Playboy es mi Niñero] Ariel fue engañada y traicionada por un playboy. Él la abandonó y ahora ella está intentando pasar página. Así que, ¿qué pasa cuando él vuelve? Supongo que nada bueno.

Había una vez, una chica triste, un experimento viviente y una tetrica historia de amor... Una sola palabra era suficiente para describir a Garret y esa palabra era: -Peligro. Todo el mundo amaba al chico nuevo, era encantador, atractivo, gracioso, educado, inteligente, parecía ser el chico perfecto ante los ojos de todos, de todos... menos a los míos. Algo de él no me gustaba, ocultaba algo, era algo oscuro, tenebroso, algo de lo que nadie se podía percatar, algo que solo yo notaba. Inevitablemente el destino se burló de mi. No vi venir lo que paso después, lo que me ataría de por vida a él. Todo se tiñó de rojo, mi vida entera se volvió carmín como el color de mi cabello, sin matices ni contrastes, un solo e intenso color, justo como la suya. Sentí que me estaba volviendo loca cuando me di cuenta que... me estaba enamorando de un psicópata. ¿Qué harías si un loco se enamorara de tí? Él no esta aquí para salvarme, pero me ayudara si lo necesito. No todas las historias de amor son lindas, no todas tienen un final feliz y no todas son como los cuentos de hadas. A veces, simplemente la persona que menos esperabas es la que parece encajar con tus demonios.