𝗠𝗶𝗻𝗲
- ¡No sabes que gran error has cometido! - Gritó divertido Sato. - ¿Qué? - Preguntó Baji desconcertado. - ¡Ahora es mío, y sólo mío! - Ryūsei saltaba y daba vueltas demostrando su alegría - ¡Todo gracias a ti, gracias Baji! - No paraba de gritar, tan grande era su emoción y alegría.