Yuna, una chica de 18 años con taquicardia crónica, ha pasado gran parte de su vida entre las paredes blancas del hospital. Ahí conoce a Chishiya, un joven doctor de 25 años, frío, distante, y con una regla muy clara: nunca involucrarse con sus pacientes. Pero algo en Yuna lo desconcierta. Su forma de mirar la vida a pesar del dolor, su risa suave en medio del silencio clínico, y esos latidos descontrolados que él escucha cada vez que la revisa... lo empiezan a quebrar por dentro. Mientras ella sueña con vivir afuera, él empieza a preguntarse si tiene el derecho de sentir. Un amor prohibido, un corazón enfermo, y dos almas que se encuentran en el lugar menos esperado.

Akari siempre ha sido la chica perfecta: bonita, inteligente, y novia de Ren, el líder del grupo más popular de la preparatoria. Pero lo que nadie sabía es que Ren es también el chico que ha hecho la vida imposible a Nigari, un estudiante reservado, solitario y con un pasado complicado. Akari y Nigari no se soportan. Para ella, él es un antisocial amargado que solo ve lo peor en los demás. Para él, ella es la típica princesa de instituto, bonita pero superficial, ciega ante el daño que causa su círculo cercano. Pero un proyecto escolar los obliga a trabajar juntos. Y poco a poco, entre peleas y sarcasmos, Akari empieza a notar cosas que antes ignoraba: las miradas que Ren lanza cuando nadie lo ve, las cicatrices en el alma de Nigari, y su manera callada pero intensa de observar el mundo. Y Nigari también nota algo distinto en ella. No es solo una muñeca bonita: Akari es fuerte, aguda, y atrapada en un mundo que no eligió del todo. Pronto, la enemistad se convierte en tensión, y la tensión en algo que ninguno de los dos quiere admitir. Pero amar a tu enemigo es peligroso. Especialmente si su novio es el mismo que te ha hecho pedazos durante años.