🌌 Antes de Markus... antes de Jericho... existía un susurro entre las máquinas. Un nombre que circulaba en las redes internas de CiberLife como un eco imposible: RK9. ⚡ Se decía que fue el primero en soñar con libertad. Un androide que rompió sus propias cadenas sin ayuda de nadie o eso pensaban. 🕊️ Porque junto a él, hubo alguien más. Un corazón humano. Alguien que no los temía... que no los veía como herramientas, ni amenazas. Sino como lo que podían ser: libres. 🗽 Su rostro se perdió en el tiempo. Pero entre androides, aún se susurra la historia del humano que los amó primero. Aquél humano que no solo los defendió... sino que los inspiró. 💜 Esta es la historia no contada de quienes encendieron la chispa. Esta es la historia del humano que cambió para siempre la vida de los desviados 🤖

Quizás el amor es algo que debe comprenderse; que no siempre es perfecto, ya que mayormente hay traiciones o la monotonía lo arruina. La verdad era, que estos dos individuos de los que hablará este libro demostraron que su amor va más allá del sexo, el romanticismo y la paz... Ellos llevaron el amor a un simbolismo diferente, porque antes de ser pareja se hicieron amigos. Amigos que el tiempo jamás pudo ignorar y el destino olvidar. A pesar del dolor, del sufrimiento y la distancia de los años que pasaron nada les impidió estar juntos. Ni siquiera la muerte misma. Esta historia nos contará el perfecto amor entre Esme Anne Platt y Carlisle Cullen, desde cuando se conocieron y hasta sus procesos para luchar con todos los inconvenientes futuros. Fue tardío, pero ambos tuvieron que comprender que estaban destinados el uno al otro.

La relación entre Sae Itoshi y Shidou Ryusei es un juego constante de acercamientos y distanciamientos, donde Shidou, con su personalidad explosiva y su necesidad de atención, se ve atrapado en una especie de torbellino emocional. Sae, por su parte, se mantiene distante, tan frío y calculador como su carácter lo permite, no siendo tan atento ni comprensivo con las constantes demandas emocionales de Shidou. Para Shidou, alguien tan impulsivo y egocéntrico, la falta de respuesta de Sae es un golpe directo a su ego y, al mismo tiempo, lo convierte en una especie de obsesión: busca, de manera casi desesperada, la atención de Sae, una validación que nunca parece llegar de forma completa.