La última lágrima que derramamos por dolor
Tamar sabía que el poder era capaz de cambiarlo todo, que podía apagar el mas mínimo destello de vida. Era la realidad con la que había crecido, y cuando La Corte se llevó a su padre, su luz se apagó. Mientras Elías, un guardia, recorría la ciudad, desenterró la realidad sobre el palacio en el que trabajaba, y sin po...