-Robé tu pureza, profane tu amor usándote solo para mi placer- toque su mejilla- pero aún así estás aquí arrodillada ante mi-mis dedos tocaron con sutileza sus labios. - Ambos somos prisioneros en esto-se reincorporó. - Ambos somos pecadores- jale de su cuello para acortar la distancia y así nuestras respiración se mezclarán. - YO COMETÍ SACRILEGIO Y TU BLASFEMIA- finalmente ella unió nuestro labios. Estoy dispuesto a pagar por mis pecados. PORQUE TU ERES LO MÁS SAGRADO QUE TENGO.

¿Qué tan lejos estás de la perdición?. - Ave María purísima- - Sin pecado concebida- me persiné. - ¿Cuáles son tus pecados hija mía?- -Conocerlo a él - suspire- Padre, mi alma no tiene salvación, he cometido grandes pecado-.