Doblemente amado
El dolor de una pérdida se puede llevar de distintas maneras, unas más sanas que otras; claro, es un dolor para el cual nunca nos preparan. Es ahí cuando la vida se encapricha y te brinda una primera cura, una que ya conoces y solo debes permitirte aceptarla, y otra adicional, para que pueda despertarte en las mañanas...