-No te puedo dejar ir- Vegas sujeta el rostro de Pete suplicante. -...- Pete no puede hablar sus lágrimas resbalan por sus mejillas -Te quedarás conmigo, ahora llevas a mi hijo dentro de ti- Vegas continua cerca de los labios de Pete. -Es fruto de una violación bastardo, no voy a tenerlo"!- Pete intenta empujar a Vegas, pero es inútil, su cuerpo ya no le pertenece, es completamente de Vegas.

Vegas: tan impenetrable como un témpano de hielo. Pete: tan encantador que es imposible no verse absorbido por su sonrisa. Enamorarte de tu mejor amigo tiene dos extremos cuando hablamos de las consecuencias. O termina muy bien, o termina muy mal. Vegas y Pete aprendieron de la manera difícil lo que conlleva desarrollar aquellos sentimientos, sobretodo cuando eres solo un niño. Bajo la creencia de que entre ellos todo está dicho, luego de seis largos años sin verse, sus mundos colisionan, atrayendolos como un magneto y poniendo en duda el hecho de que nunca volverían a involucrarse. Pete ya no es un niño, está dolido y detesta que Vegas haya regresado a su vida. Vegas está decidido a recuperar el amor de Pete luego de notar que sus sentimientos no se han desvanecido por completo, ¿pero hasta donde está dispuesto a llegar? ¿Cuándo acaba la línea de su error y comienza la de Pete? ¿Cuáles son los verdaderos límites? ¿Siempre han sido Vegas y Pete? ¿O es hora de rendirse definitivamente?