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Desde lo más alto de un rascacielos, donde el viento helado cortaba la piel de cualquiera que no estuviera muerto hace siglos, Jeon Jungkook observaba con ojos oscuros el latido de la ciudad. Su silueta permanecía inmóvil contra el cielo nocturno, elegante y peligrosa, como una sombra que no pertenecía al mundo de los vivos. No necesitaba respirar, pero cada vez que lo hacía era solo para saborear el aroma metálico de la sangre que flotaba en el aire de las calles.
Y allí, entre el tumulto de transeúntes y luces de neón, estaba él: Park Jimin. Un muchacho que trabajaba en una cafetería del centro, ajeno a la mirada constante que lo seguía desde las alturas. Jungkook lo había descubierto por azar una noche, al ver cómo sus manos servían café con una delicadeza impropia de la rutina; cómo sus labios se curvaban en una sonrisa cálida que contrastaba brutalmente con la frialdad de su mundo eterno.
El vampiro nunca se acercaba demasiado. Prefería ese juego silencioso, contemplativo, donde él era el cazador y Jimin, el inocente, aún no sabía que estaba siendo elegido desde las sombras. Jungkook guardaba cada gesto, cada risa, cada suspiro del joven y, aunque podía descender en un instante y reclamarlo como suyo, había algo en esa espera, en ese misterio, que lo mantenía encadenado al borde del abismo noche tras noche.
adaptación a kookmin .
le verdadera historia es Jikook pero yo quise hacerla kookmin.
todos los derechos reservado: honeymimitop