Segunda parte de "ELLA ES MÍA". La princesa dorada dejó plantado en el altar a Lord Silvius de Andavar. Y ahora, la sangre caerá en una guerra que arrasará con cada pino de Astaria. Ella eligió a Kaeron. Y desde ese momento, él solo conoce una causa: No dejar que nada ni nadie los separe. Aunque tenga que blandir su espada contra un ejército entero. Aunque tenga que cruzar el mar, enfrentar nuevos reinos y desafiar a todo aquel que pretenda reclamarla. Porque Eliaria es suya. Y él está dispuesto a demostrarlo... incluso si el mundo arde. Ella es la luz. Él es la sombra que va detrás, dispuesto a matar por verla brillar. Y juntos, una reina y su caballero, prenderán fuego a dos reinos.

Dentro de dos grandes manada resonó el rugido de un jaguar que acababa de encontrar a su destinada, a su reina que reinaría junto con él su grande y vasto imperio. Aquello hizo caer hasta al más cobarde y al más listo, era un rugido que nadie había escuchado en tantos años, uno que se extendió hasta los territorios más lejanos. Pues dicho Rey había vagado por años y años en soledad, siendo que apenas hace 1 año se había propuesto el buscar a su Reina, su luna elegida por los dioses y al fin la había encontrado. Una luna en coma, postrada en cama, que debía luchar por su vida. Advirtió a sus enemigos del peligro que sería si alguien se mete con su delicada reina, una que había caído en coma y permanecía confundida al despertar, puesto que todo a su alrededor parecía seguir una normalidad que la asustaba.

Camila Rivas siempre pasó la Navidad rodeada de su familia. Pero este año le toca vivir lejos, sola en un pequeño pueblo de Alaska, donde abrió su clínica veterinaria y apenas empieza a acostumbrarse al frío, al silencio y a las luces navideñas que no tienen el mismo brillo que los suyos. Todo cambia cuando encuentra a un hombre herido y decide ayudarlo. Ese gesto la lleva, sin darse cuenta, a entrar en su mundo: conocer a su pequeño hijo y compartir momentos que jamás imaginó. Y así, casi sin planearlo, Camila termina viviendo una Navidad entre risas, cenas caseras y una calidez que creía perdida. Lo que no esperaba... era encariñarse. Mucho menos descubrir un secreto capaz de darle vuelta al mundo. Porque esta vez, sin buscarlo, está viviendo Una Navidad con Él Alfa.

❝ ES UN MODELO DE CAZA, UN DEPREDADOR DE NACIMIENTO. ❞ Tras una repentina invasión de criaturas en una base militar en un planeta remoto, Eve se enfrenta a la fría y aterradora verdad: no podrá salir con vida. Su única oportunidad de supervivencia es aliarse con aquél cazador que se esmera por acabar con esas criaturas. #83 thriller 23/09/25 #106 cienciaficción 23/09/25 #70 thriller 25/09/25

Rhett Steel, el mejor amigo de mi hermano, juró protegerme con su vida. Pero nadie le advirtió que, tarde o temprano, tendría que protegerme... de sí mismo.

Mercile Industries prometía crear la perfección. En realidad, fabricaba prisioneros. Humanos con sangre animal, encerrados en jaulas, usados como armas vivientes o entretenimiento para sus dueños secretos. Ella no recuerda la libertad. Criada con ADN felino, su vida es una rutina de pruebas físicas, exámenes médicos y aislamiento. Hasta que los científicos pronuncian una palabra que cambiará todo, "emparejamiento". Un macho elegido para ella, un híbrido león que se comunica con gruñidos y miradas intensas. Su fuerza es descomunal, su instinto salvaje imposible de domar... y ahora la ve como suya. Pero en el mundo de Mercile, nada es un regalo. Cada acercamiento es una trampa, y cada vínculo, un riesgo. Esta historia está inspirada en el universo de la serie "Nuevas Especies" de Laurann Dohner. Sin embargo, los protagonistas, sus personalidades y el desarrollo de esta trama son de mi autoría y no forman parte de la obra original.

A veces, la línea entre el peligro y el deseo es tan fina como una sombra. Elora siempre ha vivido entre lujos: vestidos de seda, bailes bajo la luna llena y paseos por calles adoquinadas. Pero todo eso no es más que una fachada en una ciudad que respira apariencias y vive para el apellido y el estatus. Y fuera de ese mundo perfecto, está Elora... demasiado dulce, demasiado soñadora, perdida entre letras y libros que nadie más quiere entender. Más todo cambia la noche del baile real, cuando el apuesto príncipe Edward II anuncia su matrimonio concertado... con ella. Humillada frente a la aristocracia y atrapada en una vida que no eligió, Elora huye a los jardines del palacio. Allí, vuelve a ver a una extraña sombra. En un impulso, decide seguirla, sin imaginar que, al correr tras ella, el suelo cederá bajo sus pies y caerá en un agujero de tierra, oculto entre enredaderas y rocas. Despertará en un lugar olvidado, donde la magia respira y el destino grita. Donde Castiel, el dueño de la sombra, la busca con una sed imposible de calmar. Porque ella es la llave. La pieza final de una profecía antigua. Y él está dispuesto a reducir mundos a cenizas para alcanzarla.

En el reino de la noche, todos le temían y eso le encantaba. Alecsander sería el dueño del mundo oscuro y pronto lo conseguirá. No había nada que pudiera evitarlo, incluso los vampiros le temían: no había criatura alguna que se atreviera a darle la contra. Porque era tan poderoso que sus habilidades sobrepasaban los límites de cualquier ser. Y eso le encantaba. No dudaba un solo segundo si alguien se entrometía con él, no temía responder cuando intentaban muy ridículamente hacerle daño. Era incluso entretenido y gracioso ver cómo luchaban por salir del torbellino de energía que él imponía. Todo era bueno y perfecto para el rey... hasta que un día, su única debilidad llegó al castillo. Detestaba esa manía suya de desobedecerle, odiaba que lo retase y que no podía siquiera imaginar el peligro en el que estaba porque, al parecer, esa mujer era su Luna. La sola existencia de esa mujer lo hacía perder la cabeza... y a su lobo también.

En un mundo en el que los Alphas y Omegas cada vez son más escasos y cotizados, y donde la descendencia real se puede contar con los dedos de una mano, siento mi condición como una maldición. La única Omega de mi manada. Como todos los años, se convoca una reunión de Alphas y Omegas que pretende juntar a parejas destinadas de todo el continente. La única diferencia es que esta será la primera a la que asistiré. Pero yo he oído todo tipo de historias de terror sobre posesividad y sumisión y me tiemblan las piernas de solo pensarlo, sintiéndome solo carnaza, un vientre que de descendencia en medio de todos ellos. Por suerte, no voy sola. Mi Alpha me acompaña. Malcom Volkov, el futuro heredero de mi manada y mi mejor amigo. No sé si fue la esperanza de nuestros padres de que la Luna nos hubiese unido lo que llevó a formar esta curiosa amistad desde que apenas éramos cachorros. Solo sé que ahora agradezco inmensamente el fuerte y seguro agarre de nuestras manos al entrar en esa atestada sala. - Todo irá bien, Taylor. Mi sonrisa es tan fingida como mi seguridad. No estoy segura de si me aterra más encontrarlo y atarme para siempre a un hombre que no conozco, o volver con la vergüenza de haber fallado como Omega.

Joel es el temido alfa de una de las manadas más grandes del alto bosque. Nadie le lleva la contraria, pues no se atreven a plantarle cara ni a contrariarle en sus decisiones, por muy duras que estas sean. Además, siempre ha sido el jefe más racional y autoritario de todos ellos: El clan es lo primero y la manada es lo único que importa. Pero un meteorito lo cambia todo... En su centro se encuentra una mujer y, esa desconocida, puede alterar la paz que tanto le ha costado conseguir. Misha no recuerda quién es ni cómo llegó hasta ese lugar lleno de hombres lobo desconocidos. Sin embargo, sabe que es su mejor opción hasta que recupere la memoria. Es una desconocida en un bosque lleno de lobos que quieren eliminarla... Y, sin sentido, el que más miedo le da es el único que le ofrece protección.