EPILOGO: Siempre a todos nos gusta ir en contra del mundo, sobre todo de lo prohibido, ese deseo de cometer esa acción o ese acto, bien dice que lo prohibido es muy bien recibido. Johan, Romina y Alya, asistieron a una fiesta que tenía como regla fundamental la privacidad de las personas asistidas, un lugar donde podías realizar cualquier cosa, sin quitarte el antifaz. Johan confundido de sus gustos decidió asistir con sus amigas a la fiesta en busca de nuevas experiencias, no eran nuevos en esto, pero lo que si eran nuevos es en tomar decisiones. ¿Quién diría que el chico con el cual te acostaste anoche, el día siguiente es tu vecino?

Después que Franco termino con Johan, todos sus días empezaron a ponerse mas grises y oscuros, los problemas de Alya con su padre que parecía acabarse, solo fue una máscara, la relación de Romina con Max empezó a crecer con más pasión y romanticismo. Romina una chica muy sociable y divertida, intentara animar a sus mejores amigos a seguir disfrutando de la vida, junto a su novio Max. Pero no todo era perfección, hasta que apareció Francisco... Haciéndole dudar de su amor por Max, pensando que el era el amor de su vida y el único. ¿Sera que Romina se equivocó de alma gemela? ¿Sera que Francisco empezara a sentir algo por ella? ¿La diferencia de edad les impedirá un romance? Pero, así como toda relación tiene problemas, toda relación tiene obstáculos, y cada vez que Romina quiere alejarse de él, no puede porque hay algo que le atrae de él. ¿Cometerá errores culposos con Francisco?