joseguillermo_
El deseo no entiende de límites, y el amor menos. Aristeo y Victoria creían haberlo perdido todo, pero una sola mirada bastó para encender las llamas del pasado. Más las llamas del pasado nunca se apagan del todo, y una simple mirada bastó para desatar la tormenta.
Lo prohibido sigue vivo, tan ardiente como siempre. Esta vez, no bastará una caricia... ahora son los besos los que desafiarán sus límites, poniendo a prueba su cordura y su fuerza para resistir lo inevitable. Entre secretos que resurgen y promesas rotas, Aristeo y Victoria tendrán que decidir: ¿se rendirán al pecado que los une o lucharán contra el amor que los consume?
Porque hay besos que salvan... y otros que destruyen.
Libro 2 de la Bilogía "Pecados Cometidos"