ImmortalisEkleipsi
Nuestro pueblo de hombres honestos se componía originalmente de ocho personas.
Todos nos trasladamos a una montaña al este. Se nos pasaron volando dos años de vida honesta y aburrida.
Un día, uno de nosotros encontró un pequeño agujero en un melocotonero.
Y de repente, dejé de ser humano.