Se crece desde adentro. Esta es la historia de Consuelo, una mujer de 97 años, quien a través de este relato nos muestra que La vida no es justa pero es buena; aun mas si se ve en retrospectiva destacando los relieves y matices que se asientan con el tiempo. Acoger tal sentencia es un arte que requiere la paciencia de los viejos; y ésta es la consigna de "¡Valiente Consuelo!": confirmar que, a pesar de todo, la vida es bella y que el siglo XX mexicano no escapa a este principio. Azaroso, promisorio y conflictivo, el siglo pasado en nuestra tierra dejó muchas asignaturas pendientes pero nos ratifica que, como ya sabemos, se crece desde adentro; a partir de las propias costumbres, las propias tradiciones, la propia cocina, historia y lengua; todo lo que nos hace ser quienes somos y que, a la postre, tiene la llave de lo que seremos. Las páginas de este libro reconcilian pasado y futuro justamente a través de sus actores que hoy son viejos y que han de subsistir como guía y simiente para un futuro mejor.