Jude y Anna son dos universitarias que comparten todo: el apartamento, la amistad, los estudios y los fracasos. Tras experimentar matrimonios fallidos, quedan a cargo de sus hijos y descubren que el sistema no apoya a las madres solteras. Desalentadas por intentar manejar la situación por sí solas, deciden unir fuerzas para criar a sus hijos juntas. La única regla que establecen es evitar los cuentos y las fantasías, argumentando que estos ocultan la realidad dura del mundo. Sus hijos, Day y Nolan, crecen rodeados de restricciones absurdas y un sistema tan frágil como aquel que sus madres quisieron derrotar. Juntos, entre juegos y confidencias, vivirán el cuento de sus vidas; entre mapas impresos en papel, en la piel, y en sus corazones. Descubriendo con los años que, no importa cuán perdidos se encuentren, entre ellos siempre hallarán su propio norte.

Una chica de 14 años, llamada Ría Stif, está siempre con su mejor amiga, Lupe. Ellas dos se lo cuentan todo, y son como uno, sólo ellas dos. Un día, conoció a alguien que la desconcertó por completo, y no en el buen sentido, ¡era insoportable! Era un chico alto, con el pelo un poco extraño, tenía una especie de flequillo muy corto, pero no le quedaba mal. Eso a Ría no le llamó la atención, lo que sí que se la llamó fue lo increíblemente irritante que era este chico tan extraño. ¡Esto se lo tiene que contar a Lupe!