blairlavander
En el elegante baile de "Noche del Loto", los espadachines de la corporación de cazadores de demonios se encuentran en una fiesta de disfraces en la que todos dejan atrás sus obligaciones para solo divertirse y celebrar sus vidas.
Shinobu Kocho se mueve con gracia a través de la multitud, sus ojos escanean la sala con la esperanza de encontrar una cara conocida: la de Sanemi Shinazugawa. Sabe que sus esperanzas son en vano. Su actitud áspera y su naturaleza solitaria no se mezclan con ese ambiente festivo. Aun así, en el fondo, anhela verlo fuera de su rol de cazador.
De repente, un extraño con un disfraz se acerca a ella y le extiende la mano. Sus movimientos son fluidos, pero su mirada, aunque escondida detrás de una máscara, es seria. Shinobu se sorprende, pero acepta su invitación a bailar, intrigada por el misterio. Juntos, se mueven por la pista de baile, sus movimientos se vuelven uno, sincronizados como si hubieran bailado juntos por años. En cada giro, en cada paso, la conexión entre ellos se hace más fuerte. Es como si el mundo a su alrededor se hubiera desvanecido, dejándolos solos.