El amor, la felicidad...el dolor, son efímeras emociones que forman parte de nuestra existencia. Cada persona tiene un motivo para vivir. Puede que sea el amor...o la búsqueda de unos pocos momentos felices. El dolor solo se encarga de darnos a conocer que todavía seguimos con vida. Alisha ha vivido toda su vida bajo los preceptos de alguien más. Demasiado obediente para romper las reglas. Pero hasta la persona más sumisa tiene un punto de quiebre. Una decisión que lo cambia todo. Un secuestro y cuantiosos secretos por descubrir. ¿Existe la posibilidad de concebir un fuerte vínculo por tus captores hasta el extremo de llegar a enamorarte de ellos? Alisha experimentará esa curiosa emoción a la que muchos llaman síndrome de estocolmo.

Derek representa todo lo que es políticamente incorrecto. Su bravuconería me pone al límite. Una palabra suya es suficiente para hacerme perder el juicio. Es hermoso...tentador y sé que me destruiría sin siquiera pensarlo. Somos polos opuestos que nunca debieron de juntarse. Él conoce mi secreto y no se tienta el corazón al chantajearme con ello. Tengo dos opciones, sucumbir a sus estúpidas exigencias o dejar que revelé mi sucia confidencia al mundo. No hay mucho donde elegir. Como verán la situación no es muy favorable para mí...y lastimosamente la primera opción resulta más atractiva. Juntos podemos llegar a ser un absoluto desastre.