Ella no solo curaba heridas... sanaba el alma. No porque rescatara a las personas, sino porque se permitía escucharlas y acompañarlas. Él se resistía a su calidez, pero sin darse cuenta... ya había sido abrigado por ella. "Mi nombre es Erika", solía decir la joven Kakushi. No era que no tuviera apellido... era que el peso de su pasado le atravesaba el corazón. Muichiro Tokito vio luz en ella. Su faro. Su mariposa dorada. Porque el amor no solo se siente: Se construye. Se resiste. Y se vuelve hogar. Una historia que se entreteje desde los inicios del Pilar de la Niebla como cazador de demonios, hasta un ¿y si...? Si la sagrada creadora de Kimetsu no Yaiba nos hubiera permitido verlo reconstruirse y crecer. Aquí, el papel no es solo el de envainar la espada... sino el de entender y transformar el dolor. ----AVISO---- Kimetsu no Yaiba es propiedad de Koyoharu Gotouge y sus editores. Esta historia es un fanfic creado por mí, que expande y reinterpreta ese mundo con personajes y tramas originales. Todos los derechos sobre este texto me pertenecen. Por favor, no copies, distribuyas ni adaptes sin permiso. Esta historia contiene escenas con violencia gráfica, lenguaje fuerte y temas maduros. Recomendada para lectores adultos (18+).