the-midnight-star
-Porfis. Porfis. Porfis. ¿Siiiii?
-No.
-Por favor. Va a ser mi cumpleaños.
-No.
-Prometo quedarme aquí el día de mi cumpleaños.
-No
-Te acompañaré todo el día.
-No
-Cocinaré para ti.
-No
-Veré Star Wars contigo.
Él dudo un momento. Si, había encontrado su punto débil. Y para los que se lo pregunten. Si. Mi padre es un completo friki.
-También todas las de Harry Potter. E incluso esa estúpida película de Aliens y Cowboys.
Él suspiro derrotado. Me miró y me dio una sonrisa de lado.
-Tú ganas. Tienes mi permiso.
Yo grite de entusiasmo y fui a besarle la mejilla a mi padre.
Salí corriendo de la cocina hacia mi habitación para contarle las buenas noticias a mi Alondra. Mi mejor amiga desde que nos mudamos aquí.
Pero se preguntaran que fue lo que gané. Bueno, pues yo cumplo años el 30 de octubre. Desde que tengo memoria he tratado de que mis padres me dejen hacer una fiesta de cumpleaños el día de Hallowen.
Cuando mi madre murió deje eso por dos años. Luego volví a mi lucha. No era por ser hipócrita ni nada. Solo que siempre había sido mi ilusión tener una fiesta de disfraces. ¿Y que mejor fecha que Hallowen? Mis padres me habían dicho que simplemente hiciera una fiesta de disfraces y ya.
Pero no era tan fácil. Siempre era la misma excusa. Si gasto en el traje para tu cumpleaños ya no podre tener un traje genial para Hallowen. Por un momento llegue a odiar esa fecha.
Pero vamos. ¿Quién se puede resistir a un día de estar haciendo el tonto con un disfraz ridículo pidiendo dulces? Yo no. Y eso que ya tenía dieciséis años. Así que ahora con la excusa de una fiesta de cumpleaños podía volver a disfrazarme como cuando era una niña. Esto era absolutamente genial.
Fiesta diecisiete años, allá voy.