leyleyxz
Isagi Yoichi quería quedarse.
Construir algo real, formar un hogar, despertar cada mañana con la misma voz susurrando su nombre.
Pero Rin Itoshi... solo sabía correr.
Correr lejos de todo lo que no podía controlar.
Incluso de él.
Incluso de Isagi.
El amor no fue suficiente.
No cuando uno soñaba con una familia...
y el otro solo con escapar de sí mismo.
Se separaron.
No hubo gritos, solo silencio.
Y esa frase que se quedó atrapada entre los dientes:
"Nada es suficiente para ti."
Los años pasaron.
Rin siguió su camino, lleno de metas vacías y estadios repletos.
Hasta que se convirtió en entrenador, rodeado de voces jóvenes que aún no sabían lo que era perder de verdad.
Un día, uno de sus alumnos le regaló un dibujo. Rin no sabía que decir así que no le dijo nada, hace mucho no le regalaban algo.
Pero cuando fue a buscarlo para agradecerle personalmente... lo vio.
A Isagi.
Sonriendo.
Sujetando la mano de un niño que lo llamaba "papá".
Y en ese instante, todo volvió.
Los inviernos compartidos.
Las discusiones sin resolver.
Los "te amo" que se callaron por orgullo.
Y la certeza cruel de que él también podría haber estado ahí, si solo hubiera elegido quedarse.
Se ve feliz, pensó Rin.
Y dolió más que cualquier derrota.
A veces el amor no muere.
Solo se esconde en lo que pudo ser.
Tal vez, en otra vida.
Una donde él también se hubiese quedado.