Loca por el enemigo.
¿Qué harías si toda tu vida has sido entrenada para ser un arma para matar? Sin sentimientos, sin remordimientos, sin miedos y sin capacidad empática. Pero luego conoces a ese alguien que derriba todos tus muros, tus inquietudes e inseguridades, dejándote expuesta, indefensa ante emociones jamás sentidas y lo peor no...