𝑺𝒊𝒏𝒏𝒆𝒓.
"Ese era su destino, reprimir con fe inquebrantable los deseos inmorales de su corazón. Sin embargo, todavía entonces mientras miraba la pintura de San Sebastián, su cuerpo sentía un hormigueo. Fue tan cruel e irónico que el diablo se le presentara justamente con ese rostro, porque sería más difícil para él resistir l...