ariveraaraca
El amor de dos planetas del pasado
Hace miles de millones de años, en los silencios profundos del joven sistema solar, dos almas celestes viajaban solas entre el polvo estelar. Theia, brillante y errante, cruzó el cosmos hasta encontrarse con Proto-Tierra, un planeta en formación, lleno de fuego y promesas.
No fue un encuentro suave, sino un abrazo violento, un choque que sacudió al cielo. Pero de esa colisión nació algo eterno: la Luna, testigo silenciosa de aquel amor explosivo.
Theia desapareció, fundida con la Tierra, como si su destino siempre hubiera sido amar tanto que se volviera una con ella. Y aunque sus cuerpos se unieron en un solo mundo, sus recuerdos siguen flotando en la órbita, en cada noche clara en que la Luna aparece... recordándonos que a veces, el amor más grande no es el que dura, sino el que transforma para siempre.