Harry Potter y Draco Malfoy llevan dos años de relación sin que nadie lo sepa. Que pasará?...

A los 15 años, Rhaenyra Targaryen fue asesinada injustamente por orden de Otto Hightower, truncando su destino antes siquiera de llegar a la adultez. Su muerte desató una tragedia sin precedentes: los dragones sin jinete y los dragones salvajes murieron días después, como si la vida de Rhaenyra hubiese estado ligada al destino de toda su especie. Incluso Syrax, su dragón, lloró su partida con un rugido desgarrador antes de incendiar su pira funeraria y perecer también. El Reino quedó sumido en dolor y desesperación. El rey Viserys, devastado, cayó en una profunda depresión, incapaz de encontrar consuelo ni en Alicent ni en su pequeño hijo Aegon II. Mientras tanto, el alma de Rhaenyra vagaba en un limbo frío y silencioso, atrapada entre la vida y la muerte. Fue allí donde las Moiras se le presentaron, ofreciéndole una oportunidad única: renacer lejos de las traiciones, del peso del deber y del destino cruel que la había destruido. Rhaenyra aceptó. Las Moiras la bendijeron con un beso en la frente y le recordaron que, en su nueva vida, tendría la libertad de luchar por aquello que realmente eligiera. Así, la princesa heredera de Rocadragón renació como: Nyroth Nova Potter, la niña que vivió, la reina de Gryffindor, y la hija adoptiva de Ted y Andromeda Tonks.

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Era su último año en Hogwarts después de la guerra, harry se acostó con Draco y quedó embarazado. Harry intenta acercarse a Draco para así poder decirle que estaba esperando un hijo suyo.

Hacia siglos que no nacía un Omega, pero Harry Potter era uno. Nació también su Alfa destinado y ambos corrían un terrible peligro ya que Lord Voldemort deseaba tener su propio Omega. Cuando estas destinado a amar a alguien no hay hechizos, distancias que los separen, siempre de una u otra forma van a cumplir con su destino.

El príncipe Draco Malfoy, heredero del Reino de Slytherin, surcó los mares buscando a su futura reina. Ninguna mujer fue suficiente. Ninguna voz lo llamó. Hasta que escuchó una... bajo el agua. Cerca de las costas prohibidas, entre espuma y sombras, una criatura marina canta sin miedo al peligro. Ojos verdes. Cabello oscuro. Escamas brillantes. Un tritón. Draco no cree en cuentos de hadas. Pero algo en esa mirada promete romper todas sus leyes... y tal vez su corona también.

Draco Malfoy perdió el partido. Pero en el vestidor, lo esperaba el verdadero premio: su mejor amigo, su adoración no confesada, su Potter. Y cuando lo pierde todo... Harry siempre está ahí para consolarlo. Aunque, a veces, consolar a un Malfoy implica gemidos, marcas, y una sala común en shock. ¿La Snitch? Ya no importa. El verdadero trofeo camina chuequito al día siguiente.

En un mundo dividido por reinos, alianzas y heridas de guerra, el amor es la traición más dulce. Harry Potter, el príncipe menor de Gryffindor, ha vivido toda su vida como la joya más delicada de su familia: protegido, amado... y ahora, prometido. Un matrimonio pactado con el heredero de una familia guerrera pretende sellar la paz entre linajes, pero también sepultar su libertad. Draco Malfoy, el joven rey de Slytherin, ha gobernado con frialdad, precisión y astucia. Pero hay un nombre que arde en su pecho desde hace años: Harry. Un amor imposible, escondido tras las fronteras de un enemigo. Un deseo que ahora amenaza con desatar una nueva guerra. Entre vestidos de gala, coronas, estrategias y promesas rotas... los corazones laten más fuerte que los tambores del deber. ¿Qué pesa más: la sangre de la realeza o la verdad del amor? ¿Podrá el príncipe que nunca ha elegido... romper la cadena de oro que lo ata?

Entre risas en la cocina, madrugadas con biberones y caricias silenciosas bajo una manta, Harry y Draco descubren que el amor no siempre viene con batallas épicas ni grandes declaraciones. A veces, basta un susurro en la noche, una siesta compartida o una carta de Hogwarts en la mesa del desayuno. En esta colección de momentos -sin orden, sin prisas- viajamos por recuerdos sueltos, pequeños destellos de lo que fueron, lo que son, y lo que jamás dejarán de ser: Una familia. Un hogar. Unos adolescentes enamorados. Un amor que hace del instante, una eternidad. Cada capítulo es una escena única, un abrazo al alma para quienes creen que el amor se encuentra en los detalles más simples.

Harry Potter tiene diez años y está cansado de los maltratos de los Dursley. Sueña, cada noche, con que alguien venga a salvarlo... y el destino decide escuchar. Hécate y las Moiras envían a un ser muy particular: Beetlejuice, un espíritu travieso y oscuro que jamás imaginó encariñarse con un pequeño mago. Entre caos, risas y secretos, Beetlejuice se convierte en el inesperado guardián de Harry. Pero cuando la carta de Hogwarts llega, todo comienza a cambiar. El mundo mágico no está preparado para lo que se aproxima... y tampoco los Dursley. 𝑈𝑁 𝐶𝑅𝑂𝑆𝑆𝑂𝑉𝐸𝑅 𝐿𝐿𝐸𝑁𝑂 𝐷𝐸 𝐷𝑅𝐴𝑀𝐴, 𝑀𝐴𝐺𝐼𝐴 𝑌 𝑉𝐼𝑁𝐶𝑈𝐿𝑂𝑆 𝐼𝑀𝑃𝑅𝑂𝐵𝐴𝐵𝐿𝐸𝑆.