Ellos eran muy diferentes. Nian era un amante del arte abiertamente gay, con un estilo que muchos llamarían aburrido, pero que para él era clásico. Disfrutaba de pintar, ansiando el día en el que le pudiera mostrar al mundo su talento. Yohan, por otra parte, era un amante del descontrol. Tenía una gran obsesión con su cuerpo, ya que lo usaba como medio de trabajo; pues se dedicaba a realizar transmisiones eróticas para un público homosexual a pesar de que él se consideraba a sí mismo hetero. Ellos eran muy diferentes, pero aún así eran mejores amigos. Y cuando decidieron involucrar al otro en su mundo, formaron un caos que puso en juego su relación.

#𝐃𝐚𝐫𝐤𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 "¿Por qué alguien que lo tiene todo en el mundo intenta con toda su vida ser mío?" Jacob tiene un tranquilo trabajo que no ama, pero que es lo suficientemente agradable para darle un techo y pagar todas sus cuentas. Vive solo, con sus plantas y la hermosa vista a la calle principal de la ciudad. Se graduó de la universidad hace ocho años y no ha tenido demasiadas relaciones importantes. Sus padres viven felices y fuera del país, y su hermana mayor se casó el invierno pasado. Jacob sabe cocinar. Jacob también tiene un auto del año que compró con sus ahorros y algo de ayuda de sus padres. Jacob tiene un tatuaje en el lado derecho de la cadera. Jacob tiene ojos marrones, piel oliva por sus raíces italianas, ondulado cabello rubio cenizo, y labios carnosos de un sutil color rosa que llaman la atención de la gente. Jacob está soltero. 𝑱𝒂𝒄𝒐𝒃 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒂𝒍𝒇𝒂. Todas esas cosas que nadie más que alguien cercano a Jacob debería saber, él lo sabía. Él lo había investigado desde el día de su nacimiento hasta lo que había cenado anoche. Él estaba obsesionado con Jacob desde aquél primer desafortunado encuentro cuando su vida había dejado de ser lo que era. Su paz se convirtió en algo más, en siempre mirar por encima de su hombro y esperar tener el par de ojos de depredador mirándolo como si quisiera devorarlo y desnudarlo al mismo tiempo que cortar su garganta con una navaja. Era enfermo y totalmente desquiciado. No había una razón para que su cuerpo se estremeciera con el pensamiento de volver a verlo. De volver a mirar el rostro de piedra de Gabriel.