herreramartinleo
- Reads 224
- Votes 71
- Parts 35
No sé en qué momento exacto empezó todo, pero hay un número que me persigue: el 333. Lo veo cuando no lo busco. Me observa desde relojes apagados, placas de autos sucios, tickets rotos, edificios abandonados. Lo veo cuando mis pensamientos se oscurecen, o cuando algo grande está por pasar. No es una coincidencia. Lo supe desde el primer sueño.
Mi nombre es Leonardo, pero esa es apenas una palabra con la que otros me nombran. No me representa del todo. Yo soy muchas cosas que aún no entiendo. Soy un puñado de sueños tatuados en la carne. Soy los dragones en mi espalda, enroscados como si se amaran y odiaran a la vez. Uno es hembra. El otro, varón. No sé quién soy yo de los dos. Tal vez ambos. Tal vez ninguno.
En mi pelvis izquierda vive la flor de lis, acompañada por una palabra que no escribí al azar: Maktub. "Estaba escrito." Lo eterno. La luz. Dios. En la otra pelvis, lo opuesto, o tal vez lo mismo: Meraki. Hacer las cosas con el alma. La pasión que arde sin pedir permiso. Y justo allí, donde la piel se tensa con el deseo, dos amantes tatuados se abrazan, con el número 3 marcado en sus hombros. Como si hubieran sido dibujados por alguien que sabía más de mí que yo mismo.
Y lo más extraño... es que los soñé antes de tatuármelos.
Los vi. Una y otra vez. En la misma posición. En diferentes mundos. Desnudos, cósmicos, terrenales. Una mujer y un hombre que no eran ni ángeles ni humanos. Solo amor encarnado. Se encontraban en silencio, pero yo los escuchaba igual. Decían algo sin palabras, algo que dolía y curaba a la vez.
Ahí supe que tenía que escribir esta historia. Porque algo en mí... ya la vivió.