Jade de Baranac creció en el seno de una familia de la realeza. Cuando tan sólo era una niña, su reino fue saqueado y el trono de su familia arrebatado. Perdió todo lo que tenía y todo lo que amaba. En ese momento, juró venganza para su pueblo. Justicia para honrar su nombre. Una mujer en un mundo de hombres. Librando batallas, cabalgando la tierra y surcando los mares. Luchando hasta el final. Por venganza. Por libertad.