Mis venas no terminan en mí
[Charles Xavier/Erik Lehnsherr] El tercer golpe lo hace escupir contra el suelo. Sangre. El rojo se desparrama sobre el gris del hormigón. Está seguro de que tiene rotas un par de costillas, el dolor en su pecho es ardiente; no como la falta de movimiento que detecta en su pie derecho, sobre el que pasaron una motocic...