Lyra no nació siendo una mimo criminal de humor negro, capaz de romper la cuarta pared. Su historia comenzó de una forma mucho más convencional, atrapada en los límites de una vida que se suponía "normal". Antes de que el caos la reclamara, Lyra era una psiquiatra respetada en Nueva York, sumergida en las complejidades de la mente humana, buscando orden y entendimiento en un mundo que pronto se le revelaría mucho más desquiciado de lo que cualquier manual de DSM podía describir. Su existencia transcurría entre sesiones terapéuticas y el tedio de la rutina, un lienzo en blanco esperando ser salpicado por la anarquía. Pero el destino, o quizás el Doctor Thorne y Melina White, tenían otros planes para la Dra. Lyra. El susurro de lo anómalo la arrastró fuera de su consultorio y la sumergió en un mundo de habilidades sobrehumanas, conspiraciones gubernamentales y monstruosidades de laboratorio. De analista de la psique, Lyra se transformó en una pieza clave de un equipo de "especialistas" poco convencionales, adoptando la máscara y el silencio del mimo, y la letalidad de una criminal. Su consultorio fue reemplazado por callejones oscuros y luces de neón, su diván por la acción sin freno, y sus pacientes por un grupo de inadaptadas tan peligrosas como ella misma. Desde entonces, ha navegado las sombras de Nueva York con una sonrisa teatral, un ingenio afilado y una creciente disposición a desnudarse de todas las etiquetas sociales, convirtiendo su nueva vida en un espectáculo continuo.

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En la penumbra acogedora de la sala de cine, donde la luz danzante de la pantalla era la única compañía palpable, se encontraba un joven peculiar. Su piel, tan nívea como el celuloide virgen, contrastaba con la paleta de colores vibrantes que pronto inundarían el lienzo frente a él. Solitario por elección y timidez, el cine se había convertido en su santuario particular, un espacio donde las historias ajenas llenaban el vacío de su silencio. Cada butaca vacía a su alrededor era un testimonio de su aislamiento, pero también un lienzo en blanco para sumergirse sin reservas en los mundos que la pantalla le ofrecía. Para este chico de tez de leche y alma esquiva, cada película era un nuevo capítulo en su silenciosa travesía personal, una forma de vivir vidas prestadas en la oscuridad reconfortante de la sala.

En el vibrante Londres del 2025, la vida de Melody es un secreto resplandeciente bajo la luna. Proveniente del distante planeta Arkadio, esta enigmática mujer esconde su hipersensible piel a la luz ultravioleta del sol, transformándose en una cotizada modelo nocturna. Pero su tranquila existencia, tejida en las sombras y el glamour, se desgarra con la llegada de una misteriosa nave y la aparición de Lyra, una mutante de su propio mundo con cuernos y un pasado compartido. Con la ciudad en alerta por extraños incidentes y ataques, Melody se ve arrastrada a un peligro inminente, donde su identidad y la de su especie penden de un hilo, revelando que el dulce carmesí de su vida puede teñirse de un rojo mucho más oscuro.

Es una colección de 4 capítulos donde cada uno cuenta un relato diferente en el que una misma entidad se encarga de causar daño a la humanidad.

SINOPSIS: Un policía de Japón investiga una serie de extraños crímenes donde las víctimas presentan esquizofrenia o alucinaciones sin sentido que los vuelven violentos en la mayoría de los casos y algunos veces los lleva a cometer actos suicidas. Mientras tanto en una organización de la OMS en Japón llamada "LUNAR MAX" es la desarrolladora de LUNA que es la inteligencia artificial de un artefacto que tiene la capacidad de controlar los sueños. Y según la investigación de la policía parece ser que el causante de los crímenes es alguien que tiene en su poder un modelo de ese objeto para usarlo con intenciones perversas.

El aroma del café, para muchos, es solo eso: el simple olor de una bebida mañanera. Pero en "El Rincón del Tiempo", era el aliento mismo de la nostalgia. No era una cafetería cualquiera. Sus paredes, desgastadas por los años y las incontables historias, no solo sostenían el techo, sino también los susurros de los amores perdidos, las risas de los nuevos comienzos y el silencio de los sueños aún por alcanzar. Fuera, el mundo giraba a una velocidad vertiginosa; los semáforos cambiaban, las sirenas aullaban y la gente corría, siempre hacia adelante. Pero aquí dentro, el tiempo se estancaba, diluido en el vapor que escapaba de cada taza. Las viejas mesas de madera, pulidas por millones de codos apoyados y dedos nerviosos, guardaban los secretos de confesiones susurradas.

Hokkaido quedó atrás, un recuerdo nevado en la memoria de Hana. Tokio la recibió con su bullicio y un calor sofocante, muy distinto a su hogar. En su bolso, llevaba sueños y una promesa. El Torneo Nacional de Boxeo la había traído hasta allí, desde el pequeño gimnasio de su tierra hasta el corazón de la metrópolis. Cada entrenamiento solitario, cada golpe lanzado, la había impulsado. Ahora, con el corazón palpitante, Hana se encontraba al borde de un gran desafío. Sus guantes rojos eran la extensión de su voluntad, y en sus ojos azules ardía la determinación de una joven lista para pelear por su sueño. Desde la tranquilidad de Hokkaido, su asalto final en Tokio estaba por comenzar.