Jess sabe que está mal fijarse en el mejor amigo de su novio, pero lo hace y trata de detenerse, pero ya es tarde... Porque la historia ha comenzado. ___ Para Jessi Taylor, el primer año universitario fue una prueba cruel: su novio, Justin Miller, la traicionó con quien más confiaba. Ella, rota pero decidida, optó por perdonar, convencida de que el amor podía sobrevivir incluso al veneno más íntimo. Pero las cicatrices tienen voz, y el segundo año la recibió con un susurro peligroso. Con Justin lejos por unos días, Jessi se cruzó con Jake Russell, el mejor amigo de él. Rebelde, audaz, y con una mirada capaz de incendiar silencios. Apostaron una carrera de motos. Si ella ganaba, él tendría que seguirla a donde ella ordenara... sin preguntas. Ganó. Y esa noche se volvió insaciable. Alcohol, miradas rotas, una confesión en forma de locura. Juraron enterrarla en el silencio de la madrugada. Pero cuando el deseo se convierte en ritual, cada repetición huele más a sentencia. ¿Podrá Jessi seguir jugando con fuego y creer que no se quemará? Al día siguiente, todo volvería a la normalidad... ¿O acaso las noches sabían demasiado bien como para soltar el pecado? Prohibido copia, plagio o adaptación © Esta obra esta registrada en Safe Creative con el código 2408149109321 (Contiene contenido +21)

De nuevo me encontraba observándolo, rogando por una palabra, una mirada de aquel chico que se había robado mi corazón a primera vista, aquel chico que con una sonrisa te quitaba el aliento, aquel chico de tez blanca, ojos rasgados y cabello perfectamente arreglado. ¿Quién era él? Park Jimin, el chico más popular de todo el colegio, el capitán del equipo de básquet, el que ni en un millón de años se me acercaría, es decir, ¿Por qué de todas las chicas que tenía a sus pies se acercaría a alguien como yo? ¿Alguien normal y aburrida como yo? Era gracioso solo el imaginárselo, el saber que algún día se pararía enfrente de mí y me pediría ser su novia, ¿lo ven? Gracioso. Pero soñar no cuesta nada