Llamas de Sangre y Fuego
Mi historia comienza en los brazos de una mujer cuyo rostro parecía esculpido en la pálida luz de la luna, con ojos de un azul profundo, claros como el cielo nocturno, y una cascada de cabello dorado que enmarcaba su rostro. Aquella mujer, mi protectora, me llamaba Daerys Targaryen, pero nunca compartió su propio nomb...