Jugada Maestra
¿Qué se puede decir de un niño que alguna vez fue grande? ¿De un príncipe que tenía la gloría en cada cena? Ya nada; absolutamente nada, que la mente es frágil y la noticia es una estrella fugaz. Porque sus pisadas se gravaron en el tiempo, y ahora, es una estatua que se negó a abrir sus ojos.