"Está bien, claro. ¿No eres heterosexual? Harry era heterosexual. A menos que de alguna manera le mintiera a todo Internet sobre cuánto le gustan los coños, era heterosexual. "Un buen momento es un buen momento. Un agujero es un agujero. ¿Qué importa que sea heterosexual? La rodilla de Louis tembló. Apenas. Todo estuvo bien. "Eso no me parece claro". Harry gimió y echó la cabeza hacia atrás. Parecía más cómodo en la oficina de Louis que antes, moviéndose de un lado a otro. "¿Qué importa que quiera tener sexo contigo? Eres bonita, como una niña, y también gimes como tal. Es tu culpa, no la mía".

"Eres un jodido mocoso, lo sabes", murmuró Harry entre dientes, con los huesos ya ardiendo por el puro deseo y odio que se mezclaban en su cuerpo. Era una embriagadora descarga de adrenalina y algo más que probablemente venía con follarse a Louis Tomlinson. Apretó su cuello un poco más. "No lo soporto". Sus labios se rozaban entre sí, simplemente moviéndose con los movimientos irregulares de sus bocas y la respiración agitada. "Eres un mentiroso de mierda, gilipollas", murmuro Louis. Eso era todo lo que hacía, retar y regañar. Le encantaba tener la última palabra y Harry se lo permitía porque usaba toda esa energía para follárselo hasta que pierda la cabeza.