Ella (no) es una señorita
Escapar de la ira de un padre controlador implica tres cosas: 1. La posibilidad de ser desheredado por no acatar sus órdenes. 2. Tarjetas de crédito bloqueadas. 3. Tener que aprender a vivir sin los lujos a los que estás acostumbrado. No está tan mal hasta ahí, pero ¿qué pasa si tu vida se vuelve un completo infierno...