De día, Juniper Haywood es una alumna ejemplar de Hufflepuff. De noche, se convierte en una de las estrellas de El Vagón Nocturno, un club oculto en Hogsmeade donde solo entran los que saben guardar secretos. Allí no hay máscaras. Solo miradas. Cuerpos. Palabras que arden. Hasta que Mattheo Riddle cruza la puerta equivocada. Ella no buscaba enamorarlo. Solo quería jugar un rato con fuego. Y él, sin saberlo, ya se estaba quemando. Porque lo que pasa en el Vagón... nunca se queda en el Vagón. Contenido +18❗ Slow burn En edición! Queda prohibida cualquier copia de la historia/idea sin mi permiso❗ No hay historias de este estilo en la comunidad de "Harry Potter", así que abstenete de copiarte, gracias.

"Un juego de doble intención".

Luego de la relación con Draco decidí tomarme un descanso de los chicos, porque no necesitaba a nadie y mucho menos un concentrado de problemas, un sociópata, narcisista, egocéntrico, adicto al tabaco, problemático, tanto gilipollas como él. cree que es hermoso, el mundo a sus pies y hace que el apellido Riddle. Pero en el fondo sabía que no podía resistir esos ojos oscuros y magnéticos, perpetuamente perdidos y confundidos, rodeados de rojo, el cabello rizado más desordenado que nunca, el labio carnoso y partido, el corte sangrante en la nariz, consecuencias de su última pelea y la corbata verde plateada, suelta, para acentuar su reputación de chico malo. Efectivamente, eso le ha dado su apellido. Pero cuando lo miro, todos mis problemas parecen pesar menos, porque así es exactamente como se siente. Y eso probablemente siempre fue lo que me atrajo como un puto imán. [De la historia ...] "¿Debería ser una puta?" Veo sus ojos oscuros vagando por toda mi figura, deteniéndose en mis labios fruncidos, hasta que se acercan más y más, lanzándome miradas desafiantes. Casi jadeo cuando siento su cálido aliento en mi cuello, dando paso a una ráfaga de escalofríos "¿Debería tener miedo de ti?" susurra tocando mi lóbulo de la oreja con su lengua solo por el puro placer de molestarme y provocarme. "Me das tantas ganas de estrellarte", le respondo con mis ojos en los suyos, sin ceder a su juego. "Rompiéndome con besos, ¿verdad?" anuncia con tanta confianza que aumenta mi deseo de encantarlo con el peor de los hechizos, y luego por qué no, mientras lo golpeamos. Sobre todo cuando siento su pierna rozando especialmente mi muslo dejándolo al descubierto por la falda corta del uniforme, y no paro ⋆⋆⋆⋆ Créditos de Mattheo, Jacob y Odeya van a @yasmineamaro/@juneekarl ¡El resto a Rowling! [Traducción Autorizada La Historia no es mía Todos los Créditos y derechos de autor de la Historia para @allonhead]