Hay una nueva ley en el mundo magico, una ley proclamada por el nuevo y odiado gobernante, Shaw. Las jovenes que hayan cumplido los 18 serán vendidas en distintos puestos, ya sean escuelas, tabernas, el mismo ministerio... Cada mago podrá adquirir a una joven, solamente a una, al haber conseguido salvar o esperar a salvar a sus chicas Harry y Ron ya no son opción para Hermione. Esta se encuentra en uno de los bares mas conocidos del callejón Diagon. Está expuesta junto a otras chicas a un montón de desconocidos, hasta que suena la campanita de la entrada y ve entrar a alguien muy conocido. - Draco, porfavor, salvame. Te necesito. NO SE ADMITEN NI COPIAS NI ADAPTACIONES.

Algunos personajes no me pertenecen (pertenecen a la maravillosa J. K. Rowling) pero de todas formas quise escribir un fanfic dedicado a Draco×Hermione.

Las cosas han cambiado después de la guerra contra Voldemort. La distinción de sangres es algo del pasado, aunque no para todos, para Draco Malfoy los nacidos de muggle no deberías existir, sus creencias siguen ahí y sus antiguos sentimientos por una "Sangre Sucia" se han convertido en piedra. ¿Sera que un encuentro casual en el vagon del tren con Hermione Granger le demostrara que la "Sangre Sucia" que tanto asco le da, en realidad le encanta? Historia Dramione (Nota Importante: en esta historia debemos borrar varios importantes detalles: -1: Romione nunca existió -2:Los que murieron (Dumbledore, Snape, Geoge, ...) nunca murieron -3:En la pelea final la familia de Draco dejó a los mortifagos, pero aún así Draco siguió despreciando a los "sangre sucia" aun cuando sus padres ya los veían sin despreció )

Historias cortas o medianamente cortas sobre Dramione, un poco de todo en cuanto a trama del relato en cuestión. Podría contener lenguaje vulgar, escenas con alto contenido sexual, muertes, asesinatos y escenas con violencia explícita, espero que lo disfrutes! NOTA: *😺

Una navidad... ¿Diferente? Hermione vaga por las calles, a pesar de sus buenas notas y sus famosos amigos Ron y Harry, no puede permitirse un hogar, tampoco quiere que ellos la ayuden y se apiaden de ella. La vispera de navidad, mientras se encuentra cabizbaja en un callejón alguien le tiende la mano, encontrandose con unos ojos azul grisaceos que conoce muy, pero que muy bien. - Ven a mi casa, ven conmigo. - ¿Por qué? - Es navidad.