París, Francia. Año 1900. Chiara, una joven londinense enamorada del concepto del amor y con la cabeza llena de sueños se muda a París con la intención de convertirse en una escritora revolucionaria capaz de cambiar el mundo con sus palabras. Violeta, la cortesana más deseada de todo París, tiene un único sueño: llegar a ser una gran actriz. Y está dispuesta a lo que sea para conseguirlo. Cuando sus caminos se cruzan en el Moulin Rouge, ambas se ven enredadas en una situación que las obliga a pasar demasiado tiempo juntas y a explorar emociones hasta ahora desconocidas para ambas. Esta historia es una adaptación de la famosa película Mouline Rouge!

Una habitación de hotel. Una fecha marcada a fuego. Dos mujeres que ya no saben si son ex, amantes, enemigas o algo peor. Cada año, Chiara y Violeta repiten el mismo ritual. Un encuentro clandestino que desordena todo lo que el resto del tiempo fingen tener bajo control. Este podría ser otro 27 de julio más, pero algo ha cambiado. O quizás no lo haya hecho en absoluto. Entre reproches, deseo y la certeza incómoda de que se necesitan más de lo que están dispuestas a admitir, ambas deberán enfrentarse a la pregunta que llevan años evitando... ¿Por qué seguir volviendo?

Y yo, que no te quitaba la mirada, y tú, ajena a todo lo que pasaba. ¿Me das permiso para pensarte? Aunque no tengas ni idea de por qué quiero cantarte que... Mírame, solo te pido una mirada, para que veas que existo en esta sala, y pueda haber una conversación pausada donde yo pueda explicarte con la voz algo alterada que...

Violeta y Chiara son dos completas extrañas. Se conocerán cuando el destino llame a su puerta, literalmente. ¿Pero y si el destino viene en forma de bebé? ¿Cómo podrían reaccionar?

Dos mundos opuestos. Por un lado Violeta, recién llegada al cuerpo de policía, con una vida que se rige por las reglas, la familia y unos valores tradicionales. Por otro lado Chiara, rebelde y marcada por un pasado que le llevará a tomar malas decisiones. Entre el caos, secretos y decisiones que desafían la ley y el corazón, ambas descubrirán que la línea entre el deber y el deseo puede ser más delgada de lo que imaginaban.

Alex y Denna están comprometidas y quieren compartir su gran día con quienes más aman. Por eso, no dudan en pedirles a sus dos mejores amigas, Chiara y Violeta, que sean sus damas de honor. El problema es que Chiara no puede ni ver a Violeta, y nadie -ni siquiera Violeta- entiende del todo por qué. Obligadas a compartir sonrisas, secretos y flores, Violeta se propone descubrir qué fue lo que rompió, lo que alguna vez tuvieron... y, de paso, encontrar la manera de conquistarla. Porque ya sabemos lo que dicen: de una boda... salen dos.

Chiara llega a Granada buscando un nuevo comienzo... y encuentra a Violeta, quien transforma su mundo con risas, música y silencios compartidos. Una historia sobre primeros amores, sueños que crecen y momentos que duran para siempre... hasta que la vida demuestra que nada es tan perfecto como parece.

Historia cortas que se me ocurren de cuando en cuando

Violeta Hódar, una joven introvertida y devota, vive bajo las estrictas normas de su familia conservadora. Su mundo cambia cuando conoce a Chiara Oliver, una mujer segura de sí misma y criada por dos madres en un hogar progresista. Al coincidir en un centro LGBTQ+ donde Violeta comienza a hacer voluntariado, nace entre ellas una conexión inesperada. Mientras Violeta lucha entre su fe y los sentimientos que despierta Chiara, ambas descubren que el amor y la autenticidad pueden desafiar incluso las creencias más arraigadas. --------------------------------------------------

Chiara tiene 18 años y toda su vida está resumida en un pequeño rincón del mapa: Vilabreda, un pueblo catalán de apenas trescientos habitantes donde todos se conocen y los días pasan más bien despacio. Al menos, así ha sido hasta ahora. En las calles de su pueblo, Chiara ha aprendido a amar la fotografía y a soñar con un poquito más, así que cuando le surge la oportunidad de ir a la capital para que su sueño siga creciendo, aunque sí se lo piensa dos veces, no la deja escapar. Violeta tiene 20 años y las ideas muy claras. Granada le dio una infancia cálida y una familia a la que ama con locura, pero no demasiadas oportunidades en lo que a su pasión se refiere; la moda. Ella no dudó en mudarse a Madrid en cuanto pudo, y la capital, con sus calles llenas de estilo, se convirtió en su casa. Ahora desfila, posa, trabaja cuando puede y se permite, también, noches largas con sus amigos de las que ha aprendido a disfrutar.