Baxxeyos
sipnosis:
Ser el alumno perfecto no era tan glorioso como todos creían.
Yuno lo sabía mejor que nadie. Buenas notas, conducta impecable, cero problemas... por eso el director confiaba en él para todo.
Incluso para lo imposible.
-A partir de hoy, cuidarás de Asta -le dijo el director, muy serio-. Necesita... guía.
Yuno solo pensó: ¿Por qué yo?
Asta apareció cruzado de brazos, con su mochila rota, la camisa fuera del uniforme y esa energía que hacía suspirar a todos los profesores... de cansancio.
Apenas entró al salón, Asta soltó:
-¿Qué ves? ¡Cierra la boca, amargado sin sentimientos!
Yuno ni siquiera estaba hablando. Solo respirando.
-No me hables así -respondió, sin perder la calma.
Asta chasqueó la lengua, como si no esperara que alguien le contestara con tanta tranquilidad.
-Pues deja de mirarme raro -reclamó él-. Odio cuando la gente cree que sabe quién soy.
Yuno lo observó un momento. No con juicio. No con miedo.
Simplemente... tratando de entenderlo.
-No te estoy juzgando -dijo Yuno-. Solo estoy haciendo lo que me pidieron. Si vas a estar conmigo todo el día, al menos no empieces a gritar.
Asta bufó, pero sus hombros bajaron un poco.
-Tssk... está bien. Pero no creas que voy a seguirte como un perrito.
-Ni quiero que lo hagas -respondió Yuno con frialdad suave-. Solo no causes problemas... por hoy.
Asta sonrió apenas, como si aquello fuera un reto.
----------------------------------------------------------------------
Los personajes no me pertenecen