Fiereza
Sus ojos cansados se cerraron. Ya no tenía fuerzas para luchar y aunque el peligro aún persistía, su cuerpo ya no pudo más. Su conciencia la abandono dejándola en el vacío vacío interminable, más sin embargo sus ojos se volvieron a abrir, devueltos al brillo. Se había despertado en el palacio de los monarcas, sin sabe...