sobi_cofe
El corazón de Hoseok se había desintegrado en mil pedazos, como si una bomba de dolor hubiera explotado en su pecho.
La traición era un veneno que corría por sus venas, envenenando cada recuerdo, cada risa, cada momento compartido con cada uno de ellos.
Se sentía como un fantasma, observando la escena del crimen: su propio corazón, asesinado por las personas que más amaba.
La voz quebrada de Hoseok rompió el silencio, cargada de dolor y decepción:
-¿Desde cuándo lo sabían?
Pero solo encontró silencio como respuesta. Un silencio que hablaba más que mil palabras, un silencio que confirmaba sus peores temores.
-¿Quién más lo sabía? - insistió Hoseok, su voz crujiendo bajo el peso del dolor.
Nadie respondió. El silencio era su castigo, su condena.
Finalmente, una voz temblorosa rompió el silencio:
-Creímos que nunca volverías... No sabíamos nada de ti.
Hoseok soltó una risa amarga, mezclada con sollozos que sacudían su cuerpo.
-No debí volver... - dijo entre lágrimas - No puedo... Yo no necesito saber más...
Su corazón estaba roto, no por el amor perdido, sino por la traición más cruel. Quizás, el tiempo curará aquella heridas, pero no hará que olvide.