ESCRITA POR GATOLECTOR_S E IVÁN PÉREZ. Hay un chico que me visita cada noche a las 00:00 durante mi turno nocturno. Es un tipo muy misterioso; no sé nada de él, no tengo su contacto y nunca lo había visto antes por mi pequeña ciudad. Aún así, si cabello negro un poco alborotado y esa piel pálida causan un gran efecto en mi, para que negarlo. Su altura destacable y cuerpo fibroso es exquisito, no cabe duda. Su manera de ser, tan intrigante y extraña, genera una extraña adicción incontrolable. En cuanto comienzo la jornada preparo su comida preferida, la que pide siempre, para ofrecersela en cuanto aparezca. No me lo quito de la cabeza e intento ir a trabajar cuantos más días mejor. Suplanta un vacío emocional importante y me hace sentir la mejor mujer de este mundo. El problema viene cuando un día no vino a visitarme como de costumbre y desapareció sin dejar rastro. Lo que no sabía era que detrás de la cortina de secretismo que envolvía al hombre se escondían secretos muy macabros...