𝑪𝒉𝒐𝒓𝒓𝒐 - 𝑬𝒏𝒛𝒖𝒍𝒊𝒂𝒏
Un ajuste de cuentas es todo lo que Enzo tenía que hacer. Entrar en la casa del atrevido que le debía plata hace meses y robarle algo que fuera incluso más valioso que el monto sin saldar. Y eso fue exactamente lo que hizo.
Un ajuste de cuentas es todo lo que Enzo tenía que hacer. Entrar en la casa del atrevido que le debía plata hace meses y robarle algo que fuera incluso más valioso que el monto sin saldar. Y eso fue exactamente lo que hizo.
La arena, el sol y el mar son la combinación perfecta para que Lautaro pueda despejar su cabeza de la culpa y la tristeza. Y si a eso le suma la figura bronceada y muy desnuda de Joaquín, puede afirmar que está en el paraíso.
Julián no tomaba las mejores decisiones, pero no era totalmente su culpa. Y aunque pensó que él era el responsable de hacerse cargo por sí mismo del accidente, estaba muy equivocado. Una tarde cálida después de tanto frío es lo que necesita para sentir más liviano su martirio.
La tarde lluviosa de ese domingo no ayudaba para nada a mejorar el ánimo de Valentín. Su departamento era más grande y silencioso desde que Agustín ya no lo visitaba. Y era estúpido pretender ver al mayor cuando hace menos de una semana que había terminado. Pero por desgracia o milagro, muchas dudas, canciones y dos r...
Salvar el trimestre siempre es una jugada sumamente arriesgada, y más aún cuando los últimos tres meses invertiste todo tu tiempo en mirar a tu profesor. Por suerte, esa inversión daría resultados.
Todo el mundo cosecha lo que siembra, y Leandro no sería la excepción. Por desgracia para él, la revelación le llegaría demasiado tarde, exactamente en el momento en que Paulo está gimiendo entre los brazos de alguien más.
Matías odiaba a los hombres, y esa basura que tenía al frente era prueba y razón de ello. Lo que le había hecho era imperdonable y no lo quería ver nunca más. Hasta dentro de mucho tiempo. O bueno, unos meses. ¿Un poco menos quizá?
A Enzo no le importa nada más que tener los labios de Julián sobre los suyos y las manos pequeñas acariciando su cabello. Emilia puede irse a la mierda porque ya decidió que el castaño iba a ser suyo, desde hace mucho.
La rivalidad y el deseo de competencia puede ser la excusa perfecta para dar paso a sus deseos carnales más profundos. O simplemente, evidenciar la necesidad morbosa de Leandro por ser siempre el ganador.
¿Qué mejor manera de comenzar su semana encontrándose con un tipo que acaba de salir de la cárcel? Bueno por lo menos el delincuente estaba lindo, y no le robó, así que ya está sumando puntos.
Valentín está desesperado por saber qué carajos es lo que siente Agustín. ¿Por qué mierda le envía señales confusas si hay una colorada ocupando el que tendría que ser SU lugar?
Enzo consideraba que su vida sexual era moderada. Es decir, nunca se exigía más de lo que podía dar, aunque eso ya era mucho en sí. Pero se negaba a aceptarlo. Le llevó tan solo un par de días sin tocar a Julián, darse cuenta de que quizá sí eran un pareja un poco adicta al sexo.