Cuando las cadenas se rompan
― Eres mía, Hope ―gruñe feroz, haciéndome temblar nuevamente― y ese malnacido que ha intentado tocar lo que me pertenece lo cobrará con su vida y la de su familia. Mis ojos se agrandan al escuchar sus palabras, y un escalofrío recorre mi columna. La crueldad en su tono es suficiente para helar la sangre de cualquiera...