Hola, soy la protagonista de esta novela. Solo quería aprovechar este espacio para poder hablar contigo. Aquí encontrarás mi vida trasladada a las palabras, por lo que solo me queda avisarte. No es una historia bonita, llena de amor, de decisiones que salen bien, de protagonistas inteligentes, de familias felices, de personas buenas... La mejor manera de resumir esta historia sería como: Desastre. Es cierto que toda historia contiene partes buenas, que dan un rayito de esperanza, pero no pueden competir con el lado oscuro. Hay personas con la suerte de saber llevar sus vidas, de tomar las decisiones necesarias cuando se enfrentan a los problemas, de no necesitar a alguien que les diga wue deben hacer o como para poder seguir adelante. Yo, como no, no soy de esa clase de personas. No soy capaz de valerme por mi misma, de tomar decisiones; y eso me ha ocasionado miles de problemas. Seguramente os acabéis enfadando conmigo por lo estúpida que puedo ser muchas veces, por lo simole y fácil que parece algo y lo difícil que lo vuelvo. Pido perdón por adelantado. Mi vida cambió en el momento en el que decidí llevar un paso más lejos mi dependencia emocional, cuando decidí seguir mis impulsos más oscuros buscando la salida fácil, la mejora a corto plazo, aunque acabara destruyéndome; llegando a ser, una PROSTITUTA EMOCIONAL. Pero, si aún sabiendo todo esto, quieres aventurarte a conocer mi historia, estás invitad@. Gracias por leer. ATT: La protagonista.

Una secta denominada "Noche Oscura" acechaba las calles de un pequeño pueblo. Su misión era reclutar al mayor número de suicidas posibles y llevárselos a la sede de esta. Vigilaban, espiaban sin reparo, conociendo cada secreto de tu vida, cada comida que haces, cada vez que vas al baño. A través de una droga, controlaban a estas personas tras secuestrarlas. Las características para que esta pastilla tuviera efecto eran simples, un suicida. Para evitar problemas de familiares indagando en la muerte que recreaban de sus seres queridos, el gobierno se hacía cargo de ellos. La secta era codiciada por todos los mandamás, era un *arma letal*, y no dudaban en conseguirse favores para casos futuros. Los reclutados eran llevados a la sede, para comenzar con los entrenamientos y con la medicación, para volverse soldados adiestrados. Para evitar que pudieran reconocerlos, eran obligados a llevar un traje especial en las misiones, enterizo, que evitaba este problema. Y todo esto, solo es la punta del iceberg.

Al fin he conseguido el trabajo de mis sueños, después de años de estudios y sacrificio. Me mudé a esta gran ciudad con la esperanza de triunfar, y eso hice. Es cierto que, más de una vez, llegué a replantearme el volver a mi pueblo; pero poco a poco fui superando las cosas. La editorial Submarino siempre fue mi gran admiración y por fin conseguí entrar. La familia Smith, tan particular y especial como todas, va a brindarme tanto sueños como problemas; ambición, celos, drama...lo que hay en cualquier familia de ricachones...