Dobla la rodilla por mí.
El príncipe elfo y el niño humano eran amigos desde la infancia. Inseparables y leales el uno al otro. ''Leales'' hasta que uno de ellos cayó presa de su lado más oscuro y arruinó lo que hasta entonces era paz absoluta en el reino de los elfos. En Larnion existían ya dos reyes. Uno poseía corona de oro, el otro adorn...