Jennie Kim es la alumna ejemplar: amable, brillante y siempre con una sonrisa que ilumina cualquier lugar. Todos la admiran, los profesores la elogian y sus compañeros la ven como el modelo perfecto a seguir. Pero detrás de esa fachada impecable, hay algo que Jennie guarda en silencio: una curiosidad creciente por Lalisa Manobal, la chica solitaria que siempre está apartada del resto. Lalisa nunca habla con nadie en clase. Vive en su propio mundo, marcado por el autismo que la hace sentirse diferente y la mantiene en la distancia. Sin embargo, lo que nadie sabe es que, en su vida privada, Lalisa es mucho más abierta. Cada noche, comparte sus pensamientos más profundos y sus pequeños momentos de felicidad a través de mensajes con una amiga anónima. En ese espacio seguro, se muestra tal como es, sin reservas. Jennie observa a Lalisa desde lejos, intrigada por el aura de misterio que la rodea. Sin entender por qué, empieza a sentir una atracción inexplicable hacia ella. Al mismo tiempo, los mensajes que intercambia con su propia amiga virtual le brindan un consuelo inesperado, llevándola a experimentar emociones que nunca había sentido antes. Mientras los sentimientos de Jennie crecen, Lalisa también empieza a cuestionar sus emociones. Sin conocer la identidad de la chica detrás de la pantalla, comienza a desarrollar un cariño especial, sintiéndose comprendida por primera vez. Atrapadas en un juego de emociones y secretos, ambas deberán enfrentar sus propios miedos y descubrir si el lazo que las une es más fuerte que las barreras que las separan. ¿Se atreverán a enfrentar la verdad cuando las identidades se revelen?

Jennie no era la protagonista de su historia de amor, más bien era la villana. Porque Jennie Kim, la reina del instituto, estaba perdidamente enamorada de Lalisa Manoban, la rarita del salón, la tailandesa que siempre lucía triste y a la cual le hacía la vida imposible. Lisa por otro lado, está enamorada de Rosé y odia a Jennie Kim. Sin embargo, cuando descubre que la castaña está enamorada de ella, decide que es momento de devolverle todo el daño que le ha hecho. Pero, ¿hasta qué punto podría llegar? Lisa quería romper a Jennie tanto como la castaña lo había hecho con ella. Y lo haría. Sufriendo y arrepintiéndose de todas las consecuencias que vendrían después. G!P