La sirenita súper empalagosa
La sirenita quedó desconsolada cuando la sorprendieron robando la carne de Tang Seng, estiró sus brazos y dijo: "Pase lo que pase, yo también te daré un bocado". La mirada del tirano recorrió la bonita cola dorada de la sirenita y se pasó la lengua por los labios mientras sonreía con expresión divertida: "De acuerdo"...