Lya Baker no patina para ganar. Patina para no romperse. El hielo es su refugio, su castigo, su escape. En él, controla cada error, cada emoción, cada parte de sí que no se atreve a mostrar. Nate Lancaster nació para brillar en el campo. Fútbol americano, velocidad, ruido, éxito. Su vida parece perfecta. Pero lo que nadie ve... es que hay días en los que ni él sabe quién es sin ese casco puesto. No se conocen. No deberían conocerse. Pero una pista de hielo, una tarde cualquiera, y una caída inesperada los cruzan como si el destino llevara años esperándolo. Ella es perfección silenciosa. Él, caos y certeza. Y mientras Londres se congela a su alrededor, Lya y Nate descubrirán que hay encuentros que lo cambian todo... y personas que derriten hasta el invierno más largo.