Yo capturaba paisajes, ella salvaba vidas. Yo capture su sonrisa, ella salvó mi corazón. Yo era su todo, y ella mi para siempre.

Marta encuentra a Fina muy cerca de la nueva empleada.

Después de diez años alejada de su hogar, la princesa Marta (35 años) regresa a la corte. Capitána de la Sección Reinders, la unidad especial de la corona, su regreso es urgente: su padre, el rey, está enfermo y el futuro de la monarquía es incierto. Marta, aparentemente presumida, es amada por todos. Los medios la adoran, la corte la respeta y el pueblo la venera por su buen corazón. Famosa por su valentía, también es una legendaria conquistadora, capaz de seducir a cualquiera, excepto a Fina. Fina (32 años) es ahora una brillante médico de la corte. Gracias a su madre, amiga (y dama de compañía) de la reina, Fina tuvo acceso a una educación privilegiada y se graduó en medicina, convirtiéndose en médico de la corte. Siempre consideró a la reina como una segunda madre. Aunque Marta parece arrogante, tiene un corazón noble y valiente, además de un débil por Fina, la única mujer que nunca se sintió atraída por su carisma y que no soporta la actitud de Marta hacia las mujeres. Su tendencia a tratarlas como objetos de conquista y su actitud coqueta la irritan profundamente. ¿Qué pasará ahora que Fina estará obligada a convivir al cospetto de la princesa Marta?

Cuando Fina regresa a Toledo tras años de silencio, no lo hace solo por nostalgia, sino por una certeza que la desgarra: Marta, el amor de su vida, está en peligro. Ahora casada con el poderoso gobernador Pelayo Olivares, Marta parece haber desaparecido detrás de una cortina de secretos, rumores... y silencios forzados. Mientras la ciudad murmura y las puertas se cierran, Fina se adentra en una red de poder, manipulación y mentiras. Recuperar a Marta no será solo un acto de amor, sino una carrera contra el tiempo para salvarla de algo -o alguien- que quiere verla silenciada para siempre. Porque hay lugares donde el silencio no es paz, y volver a casa... puede ser el acto más peligroso de todos.

La colonia de la toledana empresa "Perfumerías De La Reina" está en su máximo esplendor si a coyuntura económica y vida profesional nos referimos pero en cuanto a sentimientos y vida personal, todo es un misterio... Matrimonios enfrentados, clanes y alguna que otra familia feliz. ¿Vendrá alguien a ayudar a sus integrantes en el iniciado otoño de 1958?

Marta de la Reina mete la pata en 1928. En 1938, se integra en el Régimen nazi para completar una misión para Interchron, la empresa de su padre y para la que lleva trabajando más de dos siglos. En 1962, recibe un mensaje de una tal Fina, su nueva Sargento y la responsable de mantenerla con vida los próximos meses. Lo de enamorarse de ella no lo tenía previsto.

Cuando muere el último descendiente del rey Gervasio III, Marta De La Reina se ve obligada a adoptar una vida que no le pertenece como heredera al trono. Lejos de todo lo que conoce, y siempre alerta, deberá ganarse el apoyo, la admiración y el respeto de todo un reino y, sobre todo, de Fina, una muchacha convertida ahora en su doncella con la que muchos años atrás compartió una infancia ya casi olvidada. Cuando los sentimientos afloren, las tensiones crezcan, y saber en quién confiar no sea tan fácil, Marta tendrá que decidir si está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para salvarlo todo, o si, por el contrario, tendrá que elegir entre lo que marca el deber y lo que le dicta el corazón.

Una noche de principios de otoño, 1959. Casa de Marta de la Reina y Serafina Valero. Era su pequeño ritual, su pequeña rutina. Fina siempre era la que lo iniciaba, entrando al despacho de su pequeña casa con una sonrisa en los labios y sus movimientos perfectamente calculados. Marta siempre la miraba y sonreía, fingiendo sorpresa, sabiendo que su jornada laboral había acabado por ese día. [Mafin // Colección de OneShots // NSFW // +18 // Dinámicas BDSM ]

En un mundo donde las mujeres hemos nacido para servir a los hombres, encontré mi rayo de luz. Ella era mi fantasma, mi esperanza y mi perdición. Y yo, Marta de la Reina, no tenía intención de dejarla escapar.

Madrid, 1958. Pleno franquismo. Pocas libertades en general, casi ninguna para las mujeres en particular. Muchas apariencias, al menos de puertas para afuera. De puertas para adentro todo era realidad. Y libertad.