cami_sdiaz
Me vine prestando servicios a la compañía; con mi delantal blanquecino y mis botines de cuero cafés. Sentados estaban todos, calmados por el sigiloso encanto que nuestro orador nos había hecho parecer.
-Vivirán libres, en este nuevo Estado - ese era su lema
Mis padres eran inmigrantes de la colina, sabían persuadir las mentiras cuando vienen de un canalla, pero yo quería ser una joven nueva.
Aquella libertad de la que todos hablaban estaba clavada en mi pecho, como un capullo de rosas abriendo sus pétalos a la llegada de la primavera.
Oí el silbato del guardia al bajar del tranvía y pensé que era nuestra llegada, pero a mi alrededor un montón de pastizales vinieron a circundar mis ojos.
Sácate la chomba me dijo el infeliz
Mirando de manera grotesca como mis senos profusos palpitaban tan fuertemente.
Paso fuertemente su brazo contra mi pecho y me alzo la blusa de un golpe, su ceño fruncido cambio raudo a uno de grotesca desfachatez.
- Que miras puta ! -exclamo- Quítate todo ahora
Desde ese momento supuse que debía estremecerme de cólera y miedo como un orujo de uva ya exprimido en manos de un verdugo, en cambio le escupí la frente. Sus ojos titubearon y su puño alzado vino a propinarme una sacudida de aquellas sobre mi vientre.
-Que te piensas mierda -me dijo ¿crees que siendo una perra tengo que respetarte?
Mi cabeza estaba un poco sacudida por el incidente pero pensaran ustedes que jamas algún infeliz había intentado antes sobrepasarse conmigo.
Eso creí hasta que a su marcha vi otro rostro al lado del verdugo.